10-1=9 SER UN PROFESIONAL EXCELENTE Y NO PERFECTO

Humanista

Como centro pionero en la formación en “Intervención Educativa Humanista” dirigida a profesionales del sector socioeducativo (profesores, maestros, técnicos ocupacionales, ES, TS,…) , tenemos el honor de poder escuchar la voz sincera de estos héroes cotidianos tan presentes en nuestra sociedad. Escuchamos tanto sus “ilusiones” como sus “dolores”. Y en esta entrada de blog deseamos compartir los segundos, ente los cuales detacamos los siguientes:

… La sensación desangelada en el contexto laboral porque se siente un lugar escaso en valores humanos. Sorprendente pero habitual, aun estando hablando de profesiones mayoritariamente vocacionales que suelen nacer de un deseo profundo de “querer colaborar en hacer un mundo mejor”.

… La frustración porque con la experiencia un@ identifica con claridad como NO quiere trabajar, pero no se ve tan claro cómo trabajar como SÍ quiere.

… La dificultad en establecer una comunicación fluida y de apoyo dentro del equipo de trabajo

…. El malestar personal por el tiempo que se siente “robado” para atender normativas, reuniones, papeleos,…. No pudiendo atender a los educandos con la calidad que se desea.

…. El dolor silencioso que se siente por la sobrecarga emocional tanto por la gran cantidad de momentos donde un@ se dedica a “dar” y, por todos los momentos que un@ siente necesidad de compartir las propias emociones y no sabe a quién ni dónde.

Y tantas otras vivencias y sensaciones que se viven internamente en el profesional y que este identifica erróneamente como señales de ser un “mal profesional”, o con una actitud de queja repetida respecto al entorno (educandos, compañer@s, institución, sistema, …). Pero tanto una lectura como la otra no son útiles para desatascar la sensación incómoda o para ver cambios esperanzadores fuera.

Nos harían un gran favor a tod@s si en la universidad nos “chivaran”, entre otras cosas, que

  • Las profesiones al servicio de personas (maestros, ES, TS,…) son de una gran complejidad, tanto a nivel técnico como a nivel de competencias personales. Es lógico que durante los años académicos y los primeros años de experiencia, la persona integre en qué consiste el trabajo diario, las normativas vigentes, técnicas existentes, etc. Pero las competencias personales se desarrollan más a largo plazo y con formaciones específicas que necesitan ser experienciales.
  • El perfil de las personas que eligen este tipo de profesiones suele caracterizare por tener una gran predisposición/facilidad para atender al otr@. Eso implica que han desarrollado de forma natural más competencias interpersonales como escuchar, ser resolutivos, priorizar las necesidades del otr@,…. Y por lo tanto, han practicado menos competencias intrapersonales como la autoconfianza, conciencia y regulación emocional, automotivación, …. En resumidas cuentas, y diciéndolo de forma clara: Que a veces un@ puede sentirse el mejor “amig@” para el otr@ y al mismo tiempo ser el peor para un@ mism@. Y aunque parece ilógico, es absolutamente natural. Todo se aprende con la práctica.
  • Que el ciclo laboral habitual en estas profesiones consiste inicialmente en descubrir la profesión, después ejercerla y con el tiempo se convierte en un escenario que demuestra que el enfocar en “dar” no es beneficioso para nadie: ni para el educando ni para el propio profesional. Todo lo contrario. Suele ser contraproducente para el ejercicio de la profesión, tanto para un@ como para el otr@.

Aunque lo comentado hasta ahora sea una lista de incomodidades, afirmamos de forma rotunda que en realidad este malestar indica que te encuentras en un momento de madurez profesional. Y, por lo tanto, es un momento ideal para renovar tus conocimientos. No tanto en un nivel técnico, ya que tienes los suficientes conocimientos como para poder seguir aprendiendo por ti mismo en este nivel. Sino para enriquecer tus competencias personales, las cuales , como ya habrás adivinado son un factor crucial en tu profesión. Dicho llanamente: Para que tu profesión deje de ser únicamente una herramienta donde tú puedes hacer una gran labor para el otr@, para ser, además, un elemento motivador y útil para redescubrirte y reencontrarte.

Enriquecer tus competencias personales, entre otras cosas, te permite descubrir que aunque la técnica es imprescindible es en la parte más humana donde se esconde la magia que da lugar a experiencias y a momentos con el educando que no tienen precio.

Esta consciencia profunda de la visión humana de la profesión donde tus conocimientos técnicos se ven enriquecidos por tus competencias personales te permiten como profesional a empoderarte y, al mismo tiempo, a tener una actitud constructiva y respetuosa tanto ante tus potencialidades como antes tus “imperfecciones”. El proceso de aprendizaje se convierte en un proceso de transformación tanto para el educando como para el profesional, en una relación basada en el respeto y la confianza mutua que nace de forma natural en el educando ante la autenticidad del profesional. En definitiva, un profesional maduro técnicamente y maduro a nivel humano dando lugar a una fórmula perfectamente imperfecta. Es a lo que cariñosamente me gusta llamarle el “10-1=9 Ser un profesional excelente, pero no perfecto”. 

Nuestra propuesta formativa aprovecha el enriquecimiento que nos aportan diferentes técnicas humanistas (Gestalt, Coaching, Análisis Transaccional, Constelaciones Famliares, PNL,…) para profundizar en las siguientes competencias:

  • Gestionar las emociones propias y el acompañamiento de las emociones del otr@.
  • Integrar la visión sistémica 
  • Diseñar un proyecto enfocado hacia el objetivo y con respeto a la persona.
  • Prevenir, provenir y gestionar el conflicto en grupo (tanto educandos como en el equipo de profesionales) 
  • Comunicarse de forma enriquecedora y eficaz.
  • Dinamizar grupos integrando el cuerpo.
Subscriu-te al nostre butlletí de notícies

T'agradaria rebre informació sobre els nostres serveis i activitats?

"*" indicates required fields

0
    0
    La teva cistella
    La teva cistella està buidaTornar a la botiga